miércoles, 30 de octubre de 2013

El "anticuariado" de hoy

Esta mañana he ido a darme una vuelta por algunos anticuarios, pura curiosidad, ya que ayer me dijeron de unos cuantos sitios que estaban "liquidando" y bueno, he pensado que quizás encontraría algo interesante a buen precio. Pero no, ya os adelanto que no ha sido así.

El tema va de lo siguiente: en uno de los establecimientos ponía "liquidación por cese", pero nada más lejos de la realidad, los precios eran abusivos y el trato horrible, sin contar que cuando algunos comerciantes de arte (yo no los llamaría anticuarios) se encuentran con una persona joven que sabe de precios y catalogaciones, se ponen muy nerviosos, cosa que yo achaco a que no van a poder engañarme con ningún artículo. Bien, me he ido, y no creo que vuelva porque no había nada interesante.

Me voy a otro "anticuario" de estos, que me dijeron hace tiempo que tienen "cosas", y por probar que no quede. Entro y empiezo a fisgar un poco, no veo nada interesante de momento, pero empiezo a escuchar la conversación de la vendedora del comercio con una clienta-señora mayor. Le está vendiendo un mueble, hasta ahí bien, veo el mueble y el precio, y ya empiezo a pensar que le está estafando, me acerco al mueble y resulta que tiene xilófagos, cosa normal por estos lugares húmedos, y que se soluciona llevándolo a desinsectar. No me he podido callar y se lo he dicho a la señora mayor-clienta. No me ha oído la vendedora. Creo. Después de esto no he seguido mirando nada y he salido por la puerta victoriosa, pensando que he ayudado a que no engañen a una señora mayor.


He decidido dejar mis ansias de encontrar algo antiguo en plan "ganga" y me he ido a visitar una galería de arte contemporáneo, porque he de reconocer que últimamente me están gustando algunos artistas con visiones del arte muy diferentes a la mía pero muy implicados con su trabajo.

Entro en la galería y me recibe un señor "moderno", con esto me refiero a que lleva todo tipo de ropas "modernas" y complementos "modernos". Me ha hecho gracia y he empezado a mirar lo que tenía. La verdad es que nada interesante para mí, para otros quizás si, sobre gustos no hay nada escrito. El señor "moderno" me ha enseñado varios catálogos de artistas a los que ahora mismo están representando y bueno, me ha sorprendido su amabilidad y su dedicación. También es verdad que estaba yo sola dentro de la galería, pero en los otros comercios en los que he estado no había masas de gente comprando y aun así parecía que querían que nos largásemos todos sin comprar.


Veo mucho más amable a la gente que ahora mismo vende arte contemporáneo que a los pseudo-anticuarios que piensan que somos todos unos incultos y nos pueden vender un céntimo a un euro. Reclamo públicamente amabilidad, trato cortés, correcta catalogación de objetos antiguos y ganas de vender. Lo que me ha ocurrido esta mañana me ha ocurrido otras veces. No dejemos que la venta de objetos antiguos desaparezca o quede relegada a las subastas de arte y sus salas abarrotadas. Animo a todo el que venda antigüedades a hacerlo con una sonrisa en la cara y estudiando cada pieza por separado. ¡Es necesario!

No hay comentarios:

Publicar un comentario