lunes, 2 de diciembre de 2013

La necesidad de transmitir nuestros conocimientos sobre arte

El mundo de las antigüedades es apasionante: cuadros, muebles, cerámica, bronces, platerías, etc. todos, uno por uno, interesantes en su ámbito. Un caballero que hablaba conmigo la semana pasada me decía "los temas de antigüedades siempre los he tratado con gente bastante mayor que usted, señorita, y me encanta ver un rostro joven en este mundo". No era, este caballero, un entendido en arte, pero sí que me hizo pensar en que, realmente, los anticuarios son, por lo general, personas de más de 50 años y además varones.




No me mal interpretéis, no tengo nada en contra de los anticuarios varones de más de 50 años, de hecho yo ni siquiera soy anticuaria, pero si que soy joven (o eso creo). El error subyacente en todo este tema es la negativa en este sector concreto a transmitir sus conocimientos a las generaciones que vienen, para poder pasar el testigo de forma instruida y correcta. No es verdad que en el arte actual a los jóvenes solo les interese lo contemporáneo e impactante, pero de hecho es lo único que se les enseña, ya que los que deben transmitir el amor por lo antiguo no lo están haciendo, y corre peligro de perderse.




El conocimiento no se transmite mediante poderes mentales a los demás sujetos, es necesario un estudio exhaustivo (en arte y en cualquier materia), observación pausada, análisis de lo que estamos viendo, y sobre todo y lo más importante, que otra persona nos enseñe, de la manera que sea más práctica para cada uno, todo lo que sabe y cómo disfruta de ello. Si cuando entramos en un anticuario a preguntar por un determinado objeto no nos dedican más de diez segundos porque no quieren perder el tiempo, se están equivocando. Cuando entras en las galerías de arte moderno y contemporáneo te dan todo tipo de aclaraciones sobre lo que exponen, y se nota que les gusta su trabajo. Eso lo deberían hacer TODOS los agentes que componen el mundo del arte y las antigüedades.

Les puedo asegurar que, aunque soy joven, y hasta mujer, me interesa el arte antiguo. Aunque leamos libros, estudiemos carreras, cursos, masters, etc., las personas que llevan décadas trabajando con el mundo de las antigüedades tienen mucho que contar. Dedíquennos unos minutos de su tiempo y nosotros recogeremos el testigo. El saber no ocupa lugar, o eso dicen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario