fuente: Phillips
Cuatro Marilyns es una de las obras de arte más vibrantes y visualmente electrizantes creadas en el siglo XX. Warhol sintetizó y capturó con éxito la esencia de Marilyn en una imagen reproducida en todos los medios de comunicación, desde la televisión hasta las portadas de las revistas y periódicos, ofreciéndonos una impresión atemporal de su esplendor. El pináculo de la innovación es la repetición de la imagen, que ofrece múltiples oportunidades de experimentar su encanto con una devoción sólo reservada anteriormente para la representación de santos y deidades. Los tonos puros y saturados de Warhol llenan la imagen con una energía e intensidad visual palpables. El angelical rostro de Marilyn está coronado por rizos de oro mostrados sobre un fondo naranja cadmio.
Aunque Andy y Marilyn no llegaron a conocerse, su relación póstuma parecía destinada. Desde muy temprana edad Warhol se sintió seducido por el poder y el glamour de las celebridades. Tras la prematura muerte de Marilyn, que marcó su transición de simple estrella de cine mortal a figura mítica, Warhol comenzó a interpretar su imagen a su manera. Para inmortalizar a Marilyn, Warhol seleccionó una foto publicitaria de la década anterior, en la que la actriz se muestra seductora, estilizada y auténtica: Marilyn en la cumbre de su fama y belleza.
"Phillips está encantada de ofrecer una de las obras más destacadas de la temporada de subastas de primavera. Esta es una rara oportunidad de adquirir una de las obras más codiciadas de Warhol. 'Cuatro Marilyns' es un tesoro atemporal y esperamos con interés su atractivo global y su potencial explosivo en una subasta", declaró Michael McGinnis, Director General y Jefe de Arte Contemporáneo de Phillips.
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