jueves, 21 de noviembre de 2013

Descubriendo el arte japonés

Hay gente que piensa que en Japón, al carecer de una tradición autóctona y no tener influencia artística extranjera, las ideas se evaporan y apenas existen unas cuantas obras de arte. Gran error. El arte japonés ha sido y sigue siendo muy vital y duradero.



Las formas chinas suelen ser más relajadas, y las japonesas se componen como en un cuadro pintado, cargando los motivos y el espacio de la obra. Lejos de las figuritas de deidades que todos conocemos y vemos en las tiendas de decoración e interiorismo, hay un mundo de cerámica, pintura, escultura, mobiliario, pintura, arquitectura, etc, que podemos descubrir gracias a el estudio de lo antiguo, de lo reservado al erudito, y que ahora gracias a internet lo podemos disfrutar todos.


Es un mundo apasionante de experimentación con materiales y, en mi opinión, un mundo ideal para el amante de la cerámica. No es un ámbito muy estudiado pero es muy interesante, por su valor histórico y económico, y sobre todo por su valor visual, ya que la luz natural reflejada en estas piezas de cerámica japonesa deja ver todo un surtido de colores que nos invitan a estudiar cada pieza al detalle y con gran curiosidad.


Imari, Satsuma...son nombres que nos suenan a cultura japonesa pero no sabemos muy bien por qué ni si pertenecen a un pueblo, un hombre o un objeto. ¿Por qué no buscar información y aprender lo esencial sobre este arte milenario? Los japoneses llevan mucho tiempo reflejando su realidad social por medio del arte, como si fuera un espejo. Aprendamos arte e historia a la vez. 

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